La secretaria
Tras varios años como comercial proletario, Carlos, uno de los amigos de mi marido de toda la vida, decidió lanzarse a la piscina del PMTA (P.Ministerio de los Trabajadores Autónomos, tomo prestada la frase de mi profesora y escritora Ana Muñoz de la Torre) y adquirió en franquicia, con una inversión de capital importante, una oficina de Maphre.
Los amigos, que en mi opinión exageran, dicen que no trabajaba nada, que pasaba las horas conectado a Internet y no vendía ni una sola póliza, que no visitaba a los clientes ... El caso es que hace unos meses los números no le salían y se vió obligado a cerrar la oficina, precintar el chiringuito y buscarse otro empleo, esta vez sí, con la tranquilidad que da disponer de un salario fijo a fin de mes. Todo esto coincidió con la llegada de su segundo hijo.
El otro día, en una conversación veraniega a la hora de los helados mientras las niñas hacían ver que dormían la siesta en la cama grande, Pep abrió el debate:
- Pues vaya problemón que tiene Carlos ahora mismo con su secretaria, no me gustaría estar en su piel.
- Claro, la habrá tenido que indemnizar por despido improcedente. Aunque supongo que ya le habrá dicho su abogado que si es por causas económicas, le tendrá que pagar sólo veinte días por año trabajado. Y ¿cuánto tiempo llevaba esta última? No más de dos años, porque era la segunda que contrató, ¿no? Además imagino que tampoco tendría un sueldazo ... ¿Qué pasa, que le ha llegado ya la papeleta de conciliación y no tiene el dinero?
Pep, Clàudia y mi marido me miraron y se echaron a reír estrepitosamente. Al instante comprendí que el problema no era económico. Como siempre, resulta que todos lo sabían y yo soy la última en enterarme. O es que el sexo no figura ahora en mi base de datos ...
- Carlos tiene un affaire, una historia con su secretaria, y hace tres años que la historia continúa. Ahora tiene que irse de vacaciones con su mujer y sus hijos y maldita la gracia que le hace. Pero no se puede separar porque su sueldo no da para la pensión de los dos, la hipoteca y pagarse él otro piso. Y no va a volver con treinta y cinco años a casa de sus padres ...
Todo esto no tendría mayor importancia si no fuera porque su mujer es mi amiga. Una de éstas que precisamente porque desde que nació su segundo hijo "no tiene tiempo para nada" hace meses que no hablo con ella.
Y vale que era una pareja por la que yo no daba un duro desde el principio, aunque se me da mejor ir por los Juzgados que ganarme la vida adivinando el futuro de los matrimonios. Siempre me pareció que él era una especie de Peter Pan con familia bien de casa adosada y piscina, que todavía no ha sido capaz de sacarse el carnet de conducir, mientras ella, mayor que él, trabaja de sol a sol cosiendo trajes como autónoma y fumando como un carretero, además de ocuparse casi en exclusiva de los niños.
Lo peor, aquí, no es la infidelidad, o el sexo en la oficina, con una joven que tiene catorce años menos que la madre de sus hijos. Sin ánimo de justificar, un mal día, o un buen día según se mire, lo puede tener cualquiera.
Lo peor es el engaño. Tres años de engaño son demasiados. Es demasiado traer otro hijo al mundo cuando ya son tres. Es demasiado que él no pueda, o no quiera, coger el toro por los cuernos, sólo por una cuestión económica. Es demasiado que mi amiga no lo sepa ... ¿o quizás no quiere saberlo?
Es demasiado pensar sólo en uno mismo. Olvidar, por las dos partes, que ya no son dos en la oficina, sino muchos más. Que no tienen veinte años y que no están solos. Que la decisión que se tome tras un momento de calentón no les vincula sólo a ellos. Porque detrás hay dos familias.
Menos mal que no me he enterado hasta ahora. Que no me busquen en la próxima calçotada. (Por seguridad los nombres de esta narración son ficticios)
3 comentarios:
A las 10 de agosto de 2007, 12:52:00 GMT-7 , solo joe ha dicho...
conozco a esta mujer que fue "chilla" (amante) de este tipo, mucho mayor que ella, por 15 anhos, tuvo un hijo con el, el tipo no aporta para nada economicamente, la esposa del tipo sabe de todo esto...
ahora la mujer (la chilla) esta ya entrada en edad, su salud se esta jodiendo y el tipo au no pasa ninguna plata pero ella permite que el entre a la casa porque el es su padre (un padre que cuando ella dio a luz la abandono...pero despues regreso y ella lo recibio cuando le entro el "picazon").
a la verdad que hay gente morona en esta vida.
A las 18 de septiembre de 2007, 14:44:00 GMT-7 , Anónimo ha dicho...
Solo puedo decir que me entristece enormemente escuchar historias como estas. Una madre llena de fe y esperanza que lucha enormemente por su familia. La mujes siempre es la última en enterarse y cuando lo hace se siente hundiada y estafada. Tanta lucha para que tus hijos sean felices y disfruten de una familia normal y al final te das cuenta que es todo un castillo en el aire. Si me lo permites y no sé si lo harás, le deberían cortar las "p...." a ese tipo. Estafar así las ilusiones de los que te rodean no tiene perdón.
A las 30 de septiembre de 2007, 6:23:00 GMT-7 , A una nariz pegada ha dicho...
Tienes toda la razón. No he vuelto a saber de ellos, pero me imagino que ella seguirá sin saber que está siendo estafada. Quizás es mejor que siga siendo feliz en su ignorancia, porque la caída sería demasiado dura para todos.
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