Casos de mamás lactantes con final feliz
Os comento varios casos de algunas de mis mamás lactantes con final feliz (y no, no soy yo la de la foto):
- Le pasé a una mamá una importante Sentencia sobre acumulación de horas de lactancia que comentaron en el curso del Colegio de Médicos, y ayer me llamó y me dijo que finalmente en su empresa bajaron del burro y lo van a reflejar ¡en el Convenio!
Esto es para mí una enorme satisfacción, porque los de recursos humanos de la empresa negaron tajantemente durante meses que fuera una hora, hasta que la mamá en cuestión tuvo que "tragar" y pasar por la media hora, porque no se vió con fuerzas de demandar. Ahora me dice que para su segundo hijo, por lo menos, podrá computar la hora entera.
- Quiero compartir con vosotros este otro caso porque me parece indignante, pero es la realidad pura y dura.
Mamá arquitecta, responsable y currante, tres años de antigüedad en la empresa, un buen salario, de más de 2.000 euros mensuales, con un bebé de cuatro meses. Tuvo un embarazo complicado y estuvo también unos meses de baja.
Me llamó hace un par de meses con consultas laborales, porque ya sospechaba que la empresa le pondría problemas. Yo le informé de cuáles son sus derechos: acumulación de vacaciones, horas de lactancia, excedencia, reducción de jornada ... y como siempre le insistí mucho en que los solicitara para poder mantener tranquilamente la lactancia y disfrutar de su hijo. Bueno, ya me conocéis, siempre insisto en que los derechos están para ser utilizados y que si nos callamos y no los ejercitamos no sirven para nada ...
Y la mamá me hizo caso - ahora no sé si demasiado caso - y pidió todo y ... ¡patapam! La empresa le responde con una "oferta de despido", porque no es propiamente una "carta de despido", ya que el despido de una mujer en situación de baja maternal, excedencia o durante los nueve meses siguientes a la reincorporación desde la Ley de Igualdad se considera un despido nulo, es decir, con obligación de readmisión y SIN LA POSIBILIDAD DE PACTAR UNA INDEMNIZACIÓN.
La mamá tuvo la precaución de grabar la conversación con el móvil, y la empresa no paraba de decir que el problema es que no le interesa una reducción de jornada porque el trabajo de los proyectos requiere una sola persona a jornada completa, y tampoco quieren pagar más días de lactancia ni las vacaciones.
Incluso la de recursos humanos le vendía el despido como que le estaban haciendo un favor, porque así podría mantener la lactancia y estar con su hijo sin preocuparse por el trabajo, que tendría un año de paro para ir buscando otro empleo y que además se iría con una indemnización de 8.000 euros (mucho menos, por otra parte, de lo que le tocaría ... esto se lo dije al abogado de la empresa y le saqué los colores, porque le estaban engañando de manera flagrante).
Pero ella, con lágrimas en los ojos, me decía que no quería perder su trabajo, que no lo entendía, que la empresa lo estaba haciendo para que no sentara un precedente ...
Así que llamé al abogado de la empresa y le dije que de ninguna manera aceptaba la oferta, que ella quería conservar su empleo.
Tendríais que haber escuchado al abogado. Todo el rato se estaba disculpando conmigo por la situación, pero ni siquiera se habían planteado que la mamá pudiera rechazar la oferta. Es lo de siempre: todas las empresas se llenan la boca hablando de la conciliación, pero a la hora de la verdad ... Al final, lo que van a hacer es subir la indemnización. Incluso quieren que ella presente una oferta. Pero si ella no acepta, no pueden despedirla.
Es una lástima porque es un buen trabajo y creo que le va a costar encontrar otro de ese nivel, sobretodo con la reducción de jornada. ¿Por qué hay que penalizar a esta chica por ser madre?
Tendría que publicarse una lista de empresas "que no concilian", al igual que se dan premios a las empresas que concilian.
Estos eran los hechos. Y ahora, el final feliz: finalmente se ha reincorporado y parece que todo bien. ¡No han podido despedirla, y se han tenido que comer y pagarle todas las horas de lactancia y vacaciones que solicité! Pensar que si hubiera firmado, si la hubieran convencido como querían, ahora estaría en paro y dándole vueltas a la cabeza, y sería algo difícil que hubiera encontrado otro trabajo con ese salario, ya con un bebé de seis meses.
Estas pequeñas cosas demuestran lo importante que es nuestro trabajo, y no tienen precio.